Seguidores

martes, 1 de mayo de 2012

Un paseo.

El otro día, un sábado en el que el sol parecía asomarse algo más de lo normal. Un día de esos en que los pájaros pían, y los animales se divierten entre los matorrales. Una tarde de esas que resplandece entre tantas anteriores oscuras y feas. Unas horas de placer, en las que te permites soltar tu chaqueta e ir a descubrir mundo más allá. Ese día nos fuimos a buscar lugares distintos, sitios con los cuales pudiéramos impresionarnos hasta nosotros mismos, disfrutar de aquellos rayos de sol tan extrañados, y conseguir alguna que otra fotografía bonita. Así que sin más dudas, nos adentramos por unos caminos. Siempre parece que para encontrar algo que no te sorprenda hay que irse fuera,  fuera de la normalidad, de donde tu estas acostumbrado.Eso no es verdad.Solo hace falta que ese día el rayo de luz o la sombra destaque algo diferente, o que simplemente lo mires de otra manera.

Como os contaba, nos adentramos por unos caminos con mucha vegetación, encontramos seres vivos extraños, y hasta nos rozaron las culebras nuestras piernas. Encontramos unos puentecitos de pescadores, en los parecía que estaban hechos para esos seres que se duda de su existencia llamados "hadas". Cuando te introduces en esos lugares, estas seguro de que detrás de una rama de un árbol, estarán mirándote .


Seguimos caminando por donde el río nos guiaba, y llegamos a estar solos completamente. Si cerrabas los ojos, y abrías los oídos podías distinguir el agua del río revolcándose por las rocas, conseguías percibir el píar de los voladores más pequeños, ese sonido extraño que es dificil hasta de imitar con la boca. Aveces so lo piensas pareces estar entre una selva en  la que una tribu escondida te da la bienvenida. Cuando el sol estaba ya cansándose nos levantamos y volvimos, con la sensación de que unas haditas, y una tribu escondida nos habían estado observando.




No hay comentarios:

Publicar un comentario